Cinco preguntas para buscar y para ser encontrado

Quién, cómo, dónde, cuándo, qué buscan es algo mucho más delicado, profesional y necesario que un básico vamos a comprar palabras en Google o generar contenidos sin estrategia ni concierto. No tienes tiempo que perder.
Alejandro Asúnsolo. @content_mk

En un interesante artículo de Hortense Soulier, nos dice que no hablemos del futuro de las búsquedas, sino de que las búsquedas son el futuro. Como siempre, todos estos axiomas han de considerarse junto al calor de lo que ahora se lleva, se dice, se comenta. Pero que hay que pensar en ello no es un axioma, es una necesidad.

preguntas y respuestas

Encontrarás cientos de miles de artículos al respecto, tanto que seguramente no podrías leerlos todos aun dedicándole el resto de tu vida. Intentaremos ordenar algunas ideas para que, al menos, ordenemos nuestra búsqueda de información sobre búsquedas…

San Agustín, erudito y filósofo ya decía que hay que “buscar para encontrar y encontrar para seguir buscando”. Pues bien, sin darse cuenta en esa frase dejó resumida, con unos cuantos siglos de antelación, la clave de todo esto. Sindicación, curación, marketing de contenidos… todo al final consiste en que te encuentren para, una vez logrado lo más difícil, sigan buscando, pero esta vez dentro de tus dominios controlados.

Vamos por partes.

No es solo quién te busca , también es cómo, cuándo, qué, dónde te buscan

Los hábitos de comportamiento en internet están cambiando de forma acelerada, la irrupción y reinado de los dispositivos móviles hace que la forma de buscar haya cambiado y necesite tanto de un buen gestor de esos modos de búsqueda como enormes servidores de información que sepan almacenar y clasificar esos comportamientos.

Hemos pasado de que el usuario escribía en un cuadro de texto y le devolvía, en función de un logaritmo millonario basado en palabras almacenadas, unos resultados no siempre certeros, a que el usuario pregunte semánticamente de viva voz a su móvil y le demos la mejor respuesta aun siendo la primera vez que se pregunta por eso. Alucinante, ¿no?

Por lo tanto empecemos por conocer más sobre esas búsquedas, y dejémonos de intuiciones y lógicas que, siempre, serán desacertadas con la realidad. El campo semántico es complejo, depende del usuario, de interpretación, de contexto, de dispositivo. Es decir, empecemos por ser profesionales y dejar en manos de expertos estos temas.

personalpregunta

Pensemos en el siguiente ejemplo. Por un lado una mujer de 40 años con altos ingresos pregunta desde su iPhone a Siri dónde puede encontrar  algo para curar sus rosales, lo hace en el camino a su casa desde la oficina, en el coche a última hora de la tarde. Por otro, un Jardinero profesional de 30 años escribe en google a las 7 de la mañana la expresión “fitosanitarios para rosales tapizantes”.

No ganan los que más hacen, ni los que más dinero tienen. Aquí ganan lo que mejor lo hacen

En ambos casos parece que pudiera resolverse con el mismo producto. Esa es tu parte como negocio, pero… mientras la primera necesita que le ayudes con un problema a la vuelta de su trabajo sin ser importante el coste del producto, o el tiempo de entrega, en el segundo caso necesita saber algo urgente, profesional y de buena relación calidad precio para poder ir antes de acudir al jardín de su cliente a primera hora de la mañana.

Contesta a la primera que tienes fitosanitarios para rosales tapizantes, o al segundo que tienes un producto genérico para tus plantas de jardín y en ambos casos habrás perdido toda la inversión en buscadores o contenidos. Contesta a la primera que mejor te escriba un email o al segundo que tu entrega es de 10 a 15 días y habrás perdido dos clientes. Es así. Está pasando.

Hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Quién te busca?
  • ¿Cómo te busca?
  • ¿Dónde te busca?
  • ¿Cuándo te busca?
  • ¿Qué quieren?

Todas y cada una de estas preguntas tiene sus propias herramientas, conocimiento y especialización. Olvida la lógica. Insistimos. Si quieres saber quién te busca vas a tener que fajarte sin remedio en el mundo de los CRM, de las herramientas de analítica, de la navegación por comportamiento, del Big Data, si quieres saber cómo, vas a tener que saber algo de búsqueda semántica, de comportamiento y usabilidad, de predicción… dónde te busca, pues vamos a la geolocalización, a los dispositivos, a los modos de acceso, a la voz, a Siri… para centrarte en el cuándo tendrás que conocer con profundidad las estacionalidades, las acciones, el email marketing, el social media inmediato... y es entonces cuando llegas a la pregunta final del qué quieren, que es por la que seguramente has empezado y te has lanzado a una estrategia desordenada de posicionamiento en buscadores.

It will become more and more crucial to understand what people are looking for with this specific query, at that time, in this location and with this device. Hortense Soulier

Y ahora, a que encuentren lo que buscan

Digamos que tienes controlado el complicado mundo de las búsquedas y puedes animarte con la segunda parte agustiniana: encontrar para seguir buscando. Te toca hablar a ti, ya ha llegado a tu página, a tu tienda online, a tu campaña, a cualquiera que sea la plataforma donde le recibes con los brazos abiertos. ¿O le recibes más bien con las puertas cerradas a cal y canto?

buscar personas

Muchas empresas están fallando, trágicamente, en este momento, cuando todo parecía bien hecho, cuando has conseguido diferenciarte de la competencia, cuando el usuario se ha decidido por ti. Y vas tú y no sabes responder sus preguntas. Porque una vez comprendido lo que nos están preguntando, tenemos que ser capaces de responder con la misma lógica con la que han llegado.

Vuelve a hacerte las mismas preguntas pero ahora al revés:

  •  Frente a ¿Quién te busca? Está el quién eres tú y cuánto sabes de él. ¿Le ofreces una respuesta personalizada? ¿Piensas como piensa él?
  • Frente a ¿Cómo te busca? Está el comportamiento ¿Adaptas tu lenguaje al suyo? ¿Le simplificas la búsqueda? ¿Estructuras de forma sencilla y directa la respuesta?
  • Frente a ¿Dónde te busca? Está el dónde le contestas. ¿Tienes una solución para todos los dispositivos adaptada a cada uno de ellos? ¿tienes respuestas geolocalizadas, personalizando la posición del usuario? (Ay esas páginas del “si tienes más dudas ven a vernos a…”)
  • Frente a ¿Cuándo te busca? Está el tener una plataforma que nunca duerme. ¿Tienes un servicio de atención 24/7? ¿Ofreces un negocio que es capaz de responder en tiempo real?
  • Frente al ¿Qué quieren? Está el directo y simple qué tienes, qué ofreces. ¿Realmente cuadra ahora tu trabajo y esfuerzo en la búsqueda frente a lo que encuentran? ¿generas contenidos para que te encuentren o para resolver preguntas y necesidades? ¿Eres claro, directo, especialista y ayudas o te quedas de nuevo en un valgo para todo?

Hay que tener metodología, hay que tener estrategia ordenada, aquí no vale dispararle a todo y de cualquier forma. Estamos en una sociedad donde el beneficio y el esfuerzo se miden cada día, en cada instante, en cada plataforma. No ganan los que más hacen, ni los que más dinero tienen. Aquí ganan lo que mejor lo hacen. Y eso lleva tiempo, dedicación, profesionalización, especialización y mucho ensayo error.

Y encontrar para seguir buscando significa también ayudarte de la información de esas búsquedas para, por ejemplo, conocer la profundidad a la que tus productos pueden llegar, o acaso si todo el mundo te pregunta por el rosal tapizante… ¿no lo ofrecerías en tu tienda?

Pero ese es otro artículo que vendrá más adelante.

Falsos seguidores: llena tu tienda de gente que nunca te comprará ni hablará de ti.

Desgraciadamente muchas empresas (grandes o pequeñas) siguen obsesionadas con centrar su éxito en las redes sociales en la cifra de seguidores, sin importarles si son buenos, malos o simplemente falsos. Cerrar el objetivo anual en una progresión de fans es engañarse a sí mismos. Y a muy corto plazo no sirve para nada.
Alejandro Asúnsolo. @content_mk

No solo es de todos sabido que existen cientos de miles de cuentas falsas creadas para uso y disfrute de empresas que se dedican a su venta, lo peor es que está socialmente tan aceptado como que las páginas que se dedican a venderlos son transparentemente claras: si quieres tener seguidores tienes que tener seguidores, ¡compra!

Ejemplo de Twitter audit

Los argumentos son sencillos: aumentar tus seguidores puede aumentar tu atractivo, está claro, esto es como la vieja treta de hacer que haya cola en tu tienda (menguando cajeros) para que desde fuera todo el mundo piense que algo bueno se cuece dentro. Y lo peor es que funciona, somos así. También está el que es desolador ver cómo trabajas duro tu cuenta de Twitter o Facebook y fuera o lejos de tus amigos o familia a nadie le importas. Y además descubres que personas a las que sigues y no tienen ni la producción que tu tienes ni la calidad que tu empresa tiene ven que aumentan por cientos y miles sus seguidores.

La calidad de los seguidores tiene que ser comparada con la calidad de tus clientes, como, por ejemplo, los que posees en tu club de fidelización. Y de aquí, como en muchas otras cosas, el online tiene mucho que aprender del offline

¿Cómo lo hacen?

No te vuelvas loco, es muy fácil tener seguidores en las redes, cantidad y calidad no tienen el mismo precio. Buscas cantidad, dale al botón, puedes pagar con Paypal. Aumentarás tus seguidores a golpe de talón. Los precios son asequibles, cuanto más baratos más falsos, pero… ¿acaso te importa? Compra, compra. Te durarán poco. Las empresas como Twitter y Facebook tienen robots buscando estas cuentas para eliminarlas, pero el golpe de efecto está conseguido. Si quieres tener pistas de cómo reconocer fakes puedes leer este artículo de Reasonwhy: “Los seguidores falsos, el mercado negro de Twitter”. Igualmente hay muchas herramientas online para detectarlos, prueba con http://www.twitteraudit.com/.

fakespain

Si alguien no lo ha percibido, estaba siendo irónico. Vamos a la calidad. La calidad de los seguidores tiene que ser comparada con la calidad de tus clientes, como, por ejemplo, los que posees en tu club de fidelización. Y de aquí, como en muchas otras cosas, el online tiene mucho que aprender del offline.

Pregúntate cuántas empresas de nuestro país tienen en sus objetivos la cifra de seguidores, así, sin más, anuales, y su crecimiento con respecto al anterior. Demasiadas. Si lo que importa es la cifra, te sale más barato comprar seguidores que tener un Community Manager por muy mal que le pagues

Hace ya decenios que las empresas trabajan vía fidelización a los clientes que mejor se comportan con ellos, y viceversa. Promociones especiales, quedadas, participación en la estrategia de la compañía y no hablemos del Social Media, donde se invierte la flecha y el cliente fiel, el verdadero fan, decide más que los sesudos estrategas del CRM. Hace decenios también que se trabaja con los ratios de conversión, de compra de los clientes para saber a quién premiar o quién nos interesa más. Y hace ya un par de años que el Big Data no es otra cosa que buscar el centro de la diana de mis acciones.

¿Por qué no hacemos lo mismo? Quizá porque en un mercado inmaduro y desconocido todavía, sí, lamentablemente, nos quedamos con las cantidades antes que con las calidades. Pregúntate cuántas empresas de nuestro país tienen en sus objetivos la cifra de seguidores, así, sin más, anuales, y su crecimiento con respecto al anterior. Demasiadas. Si lo que importa es la cifra, te sale más barato comprar seguidores que tener un Community Manager por muy mal que le pagues. Eso sí, no te va a servir para otra cosa que para seguir engañándote a ti mismo y a tu empresa. Tú verás.

Numberoftweets

Entonces, ¿cómo mido si lo estoy haciendo bien?

Si lo que quieres es saber realmente cómo enfocar una estrategia social que no se base en la absurda (si solo cuentas con ella, ojo, es importante) cifra de seguidores, tienes que bajar mucho más. Obviamente términos como “reach” o “índice de interacción” o “seguimiento de ratios de eficacia de comunicación” tienen que estar en tu tabla de objetivos.

La propia cuenta oficial de Twitter te da pistas:

  • Crecimiento de seguidores
  • Calidad y engagement de esos seguidores
  • Reach, o cuántas interacciones (favorito, retuit) hacen.
  • Tráfico, o cuántas visitas de tu web provienen de esa cuenta de Twitter
  • Conversión, o cuántos completan el ciclo que te interesa (compran, solicitan un presupuesto…)

Puedes acceder desde el mismo enlace a sus partners certificados, que te ofrecen herramientas de todo tipo para trabajar los pilares del buen trabajo en tu cuenta oficial:

Parther Twitter

Fuera de partners oficiales te recomiendo dos artículos que te serán útiles para empezar a cambiar tu forma de trabajar con tu cuenta de Twitter:

¿Se pueden o deben externalizar los contenidos?

En la actualidad más de un 50% de las empresas dejan en modo outsourcing algún aspecto de la creación de contenidos, especialmente lo referente a la escritura y el diseño. Pero parece que la tendencia tiende a bajar, y cada vez son más las empresas que prefieren invertir en ampliar plantillas o mejorar las que tienen para dejar en sus manos el Marketing de Contenidos.
Alejandro Asúnsolo. @content_mk

Es el momento de aplicar lo de “zapatero a tus zapatos”, la clave es si no te estás dando cuenta de que tus zapatos, como los que llevas puestos, cambian por temporadas, por modas, y de que algunos que ni siquiera hubieras pensado en ponerte ahora son tus preferidos.

Opciones hay muchas, y modelos, más. La realidad es que no se trata de entrar en el debate de si es bueno o malo el outsourcing; es un modelo de gestión de recursos más. Muchas veces es un modelo que responde a cuestiones temporales, otras a optimización de recursos, otras a no disponer de know-how suficiente. Analizaré, o al menos lo intentaré, las opciones que podemos, en retailers y en cualquier sector, encontrar, así como las tipologías en las que sería bueno, cuando menos, plantearnos si es mejor externalizar o no.

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El Business Process Outsourcing (BPO) completo consiste en dejar en manos de un proveedor, o proveedores, la gestión de procesos de negocio. La gestión de contenidos puede serlo, ¿sí o no?  Es el modelo más sencillo de explicar, y a él suelen abocarse las empresas cuyo modelo de gestión de RRHH declara que lo que se externaliza en este caso no pertenece al modelo de negocio, al core, al objetivo fundacional de la empresa. Externalizar, por tanto, la gestión de contenidos de forma completa, quizá coordinada desde un perfil interno normalmente asociado a Comunicación, tiene como pros, está claro, la gestión unificada de toda la estrategia y la homogeneización de los contenidos generados y asegura, por tanto, una unidireccionalidad en la comunicación y desarrollo del proyecto útiles y posiblemente eficaces.

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Permite, también, cierta modularización y cierta flexibilidad, muchas veces debido a que la empresa en la que confías ese BPO tiene a su vez los departamentos especialistas en las distintas tipologías que tu empresa no puede permitirse o que desconoce por completo. Finalmente, suele mejorar los tiempos de respuesta, dado que una vez cerradas las fechas de entrega de los materiales forma parte de una estrategia contractual el conseguirlos en fecha. Imponderables va a haber, y seguramente redunden en retrasos en la entrega, pero esos retrasos no los debes ni tienes que asumir tú, ni en costes ni en responsabilidad.

En su contra suelen asociarse los costes a medio y corto plazo, la peligrosa y tan temida movilidad y temporalidad de los contratos de outsourcing en las empresas actuales, y, por supuesto, como veremos abajo, el know-how adquirido y, ojo, la propiedad de los contenidos generados. Sí, suena fácil y parece obvio que los contenidos pertenecerán a la empresa que contrata, pero no siempre es tan fácil. Una cosa es el contenido, otra el continente, una la autoría, otra la titularidad. Un ejemplo: en un renderizado puedes estar negociando solo el resultado final, el máster, el complejo entramado que lo configura puede no ser tuyo contractualmente. Seguro que recuerdas ese flash cuyo código nunca recuperaste, o aquellos vídeos cuya versión editable no tienes.

Outsourcing, pero solo una parte. ¿Cuál?

Bueno, parece lo más sensato, inicialmente, el término medio aristotélico. Aquí la complejidad consiste en saber qué sí y qué no debes externalizar. Y esto, señores, es realmente complicado, difícil de conocer y siempre modulable.

Haz una lista de lo que crees que deberías dejar en manos de empresas externas que poseen el oficio y la experiencia necesarias para resolver elementos clave en la gestión de contenidos. Haz otra lista de lo que son tus básicos, tu oficio, tu modelo de negocio, tu estrategia. Lo veremos más abajo. Aquí te recomiendo una lectura, el artículo The Dos and Don’ts of Outsourcing Content Creation. Empieza a colocar cada pieza en el casillero que le corresponda. Hasta aquí es fácil, pero encontrarás líneas complicadas de determinar.

No entenderías ni dejarías en manos de una empresa externa la explicación correcta de elementos técnicos cuya mala interpretación puede revestir riesgo para tus clientes.

Imagina un proceso de generación de contenidos en formato vídeo. Bien, tu empresa no es una productora, y no estás para crear una (de momento, en Estados Unidos aumenta considerablemente el paso de relación de supplier a partnership cuando queda claro que de lo que estamos hablando es de un elemento imprescindible en la consttrucción de tu negocio), pero en ese vídeo hay un contenido (guión) que probablemente forme parte de tu oficio, de tu conocimiento. Y no solamente el oficio, ese guión ha de tener su propio proceso de validación de los actores realmente importantes. No entenderías ni dejarías en manos de una empresa externa la explicación correcta de elementos técnicos cuya mala interpretación puede revestir riesgo para tus clientes, ¿o sí? Luego está la imagen de marca en ese vídeo, el tratamiento de la luz, de las imágenes, de los planos. Un plano puede convertir tu empresa en algo lejano, difícil de comprender, otro puede hacerte cercano y experto.

Claro, por supuesto que todo se aprende, no lo dudo, pero pregúntate qué tiempo, experiencia, conocimiento, requieren ciertos perfiles de tu compañía (marca, comunicación, producto, seguridad…), y piensa si las personas en quien dejas algunas pinceladas (o brochas) de esos elementos han pasado como mínimo por los básicos para tenerlos integrados en su oficio.

Para facilitarte la reflexión te presento un listado de esos posibles elementos en los que has de pensar en manos de quién o cómo los dejas. Lógicamente, lo suyo es determinar porcentajes de outsourcing en cada caso. Tú, no lo dudes, eres el propietario y el único responsable de una estrategia de contenidos, pero puedes externalizar la estrategia de comunicación o difusión, dado que ya dispones de una, por ejemplo, agencia, que se encarga de realizarte tu plan global de difusión en medios (el 51% de los usuarios de Twitter y el 38% de los de Facebook dejan de seguir a las marcas principalmente por contenido repetitivo o aburrido), es mucho mejor que tu “nueva” estrategia se integre en la existente que tener dos. Otro ejemplo, la auditoría de calidad: está claro que la última palabra y la validación no son externalizables, porque hablamos del corazón de tu negocio. Sí puedes, quizá, dejar en manos expertas la auditoría, por ejemplo de la usabilidad, de la arquitectura de navegación.

Te propongo una tabla, cuyas líneas sean elementos como los que listo a continuación:

  • Estrategia
  • Objetivo
  • Necesidad
  • Análisis
  • Planificación
  • Gestión de procesos
  • Auditorías de calidad
  • Medición de resultados
  • Control de validaciones o workflows
  • Publicación
  • Comunicación y distribución
  • Creación
  • Generación en volumen
  • Comunicaciónes internas o externas
  • El RTM
  • Benchmarking
  • Tácticas
  • Formatos
  • Gestión y coordinación de equipos.

Ahora en las columnas coloca elementos como:

  • Nivel de conocimiento necesario
  • Impacto en el modelo de negocio de mi compañía
  • Impacto en la cifra de ventas/hoja de gestión
  • Nivel de implicación de los empleados
  • Nivel de auditoría necesario
  • Tiempo de desarrollo
  • Costes directos
  • Recursos necesarios

No es matemática pura, ni siquiera será igual, no debería serlo, en todas las empresas, dependerá mucho de su carta fundacional. Pero puede resultar útil para dar un peso (porcentaje, ponderación, hazlo como te sientas cómodo) a cada elemento y saber en qué elementos el outsourcing de los contenidos es rentable pero, además, eficaz.

Ya lo hacemos todo nosotros

Está claro, ¿no? Por costes a largo plazo, por inversión, por know-how. Es el momento de aplicar lo de “zapatero a tus zapatos”, la clave es si no te estás dando cuenta de que tus zapatos, como los que llevas puestos, cambian por temporadas, por modas, y de que algunos que ni siquiera hubieras pensado en ponerte ahora son tus preferidos.

Piensa si la gestión de contenidos y, por tanto, el Marketing de Contenidos es algo que viene para quedarse. Desde aquí, cómo no, pensamos que sí, por eso y especialmente en empresas grandes de modelos con más de 15 años en el mercado (retail) tienen que decidir en qué momento el perfil externalizado ha de incorporarse en la plantilla. Nuevos modelos de comunicación que exigen nuevos perfiles y nuevas formas de trabajar. La gestión del cambio. Esto da para mucho, y no voy a extenderme más. Hazte la pregunta, utilizando la tabla que hemos construido arriba, cuáles de esos elementos no son ya sino una parte fundamental del negocio.

Echa la vista atrás, y recuerda cuando tu página web estaba en manos de aquella agencia y piensa en tu actual equipo de Internet, de desarrollo, de e-commerce. Eso mismo es lo que te va a suceder, seguro, en la gestión de un correcto y completo Marketing de Contenidos.

Por dónde comenzar el Marketing de Contenidos: el objetivo

No es tan sencillo como parece, ni tan complicado, pero saber dónde estamos en nuestra estrategia de contenidos, su objetivo, y el momento en que debemos incorporar los pasos siguientes puede resultar de mucha ayuda.

Normalmente los papeles lo aguantan todo, y los documentos formales más. Definiciones de estrategia hay cientos de miles, de estrategias de contenidos habrá ya miles, y de Marketing de Contenidos hay cientos, y creciendo. Lo que nadie te dice nunca es que vas a comenzar tu estrategia en mitad del camino, que no todo lo que dicen que va a suceder pasa, y que muchas veces te vas a incorporar a una casa que solo tiene una cosa construida: el tejado.

Repasemos algunos de los pasos básicos que iremos desarrollando a lo largo de las entradas de este blog. Y empezaremos por, claro, el primero:

Game of darts
El objetivo

Todo tiene un objetivo, que no un objeto, y muchas veces descubrirás que tu estrategia de contenidos no lo tiene o es un objetivo que realmente pertenece a otro ámbito de actuación, no sin la ayuda de contenidos, claro, pero una ayuda no hace un fin. Haz el siguiente recorrido:

  • ¿Es un objetivo de Marca? Buscas posicionar los valores de tu empresa, la imagen de marca, aumentar el TOM de tus pilares de negocio, reforzarte en un mercado competitivo, darte a conocer, permanecer como líder. Entonces tu objetivo se va a fundamentar en la mayoría de las ocasiones mucho más en el fondo que en la forma, y no estás en la batalla de la cantidad, y sí de la calidad.
  • ¿Es un objetivo de cantidad? Tienes superadas muchas de las ideas precedentes y estás en ese momento en el que tienes que “llenar” de contenidos tu página web, tu portal, tus quioscos de tienda. Tu necesidad es de producción masiva, y, por ende, de productividad. Has de afinar en cómo sacar mucho de los recursos con los que dispones. Bajarás los niveles de calidad, no lo dudes, y, cuidado, no siempre la cantidad es sinónimo de mejora, ni siquiera en buscadores.
  • ¿Es un objetivo de calidad? Entonces pregúntate sobre todo dos cosas. Una: con qué vas a medir esa calidad, si lo vas a hacer contra la competencia, contra ti mismo, si los indicadores son correctos. Y dos: pregunta quién va a medir esa calidad. Hoy te dirán hasta la saciedad que tires de Social Media, que busques en tus clientes, sí, pero no es suficiente. Busca medidores independientes y baremos exigentes que puedan pensar en cómo, también hacer que tus propios clientes aumenten la exigencia sobre lo que publicas.
  • ¿Es un objetivo de target? Buscas un lector concreto, quieres poner la flecha en el centro de la diana, está claro que no vas a cantidad, ni tampoco a la mera calidad medible. Quieres “producir para”. Para tus clientes VIP, para los miembros de tu club de fidelización, para un grupo de clientes que servirán de test sobre un mercado mayor, para un nuevo mercado (exportas, importas…), para tus no clientes… Es momento de tener muy claro qué es lo que quieren, y dónde quieren tener esos contenidos que van a formar parte de tu estrategia. Te toca pasar del estudio de mercado de uso o ventas a un estudio de mercado de comportamientos de lectura, de consumo de contenidos digitales. Te va a tocar estudiar. Y cuidado con tus emisores, que pueden ser múltiples.
  • ¿Es un objetivo de ventas? Te has planteado ir más allá, y vas a vender los contenidos que produces, o aún mejor, ya lo estás haciendo, pero quieres (¿quién no?) más. Más clientes, más productividad por contenido, más embudo de conversión. Hacer e-commerce con contenidos será, intuyo, la siguiente derivada del propio Marketing de Contenidos, ya que lo hacemos lo vendemos. Es hora de plantearse los mismos caminos que han realizado los gadgets tan importantes ya en la producción de un juego, o una película. Es hora del merchandising de contenidos.
  • ¿Es un objetivo de oferta multicanal? Quieres que tus contenidos y la estrategia asociada a ellos estén enfocados a poder adaptar lo que realices a los distintos canales para que cada uno de ellos pueda ofrecer en el formato adecuado el mismo contenido. Un ejemplo, puede que realices una estupenda guía de contenidos que puede ser en un caso un cd para regalar con las compras de e-commerce, o un PDF descargable en la web de los socios de tu club, o un folleto interactivo o dinámico con el que recoger las necesidades e intereses de tus lectores. Puede ser, claro, una guía editada en papel, el de toda la vida, porque sigue siendo el elemento más valorado por los consumidores de hoy en día.
  • ¿Es un objetivo de posicionamiento en buscadores y notoriedad? Cuidado, generar contenidos con el mero objetivo de conseguir posicionamiento puede acabar volviéndose en tu contra. Como en los viejos tiempos, siempre hay alguien que intenta engañar al buscador, ya se intentó, pero cada vez son más inteligentes y sobre todo siempre hay un juez supremo: el consumidor de contenidos, que también es bastante inteligente y acabará sopesando el valor de tus contenidos como el de tus productos, y si son para rellenar, no los consumirá, esto es tan básico como muchas veces difícil de transmitir a algunos directivos de grandes compañías obsesionados con el ya y el ahora. La estrategia de posicionamiento y notoriedad está ahí, y puede ser parte de un objetivo, pero no es algo de hoy para mañana, y sobre todo, no depende de nosotros únicamente.
  • ¿Es un objetivo de fidelización? Puedes realizar geniales estrategias de fidelización con buenos contenidos, ya sea de servicios postventa: cómo se instala, cómo funciona, cómo se juega, cómo se entrena; como servicios de atención al cliente: muchas empresas en sus FAQS pueden construir verdaderas enciclopedias de conocimiento, así como hacer de un defecto, como es una queja de un consumidor, una virtud, transformando esa queja en un post, un artículo, un tip en tu siguiente estrategia que desarrollar.
  • ¿Son todos a la vez? Seguramente, al menos te lo van a pedir, pero no los vas a hacer todos ni mucho menos al mismo tiempo: prioriza y define un calendario.

Hazte, pues, preguntas que te ayuden a definir “el objetivo del objetivo”, y céntrate en el que debas enfocar primero. No hay un orden predefinido, entre otras cosas porque, como he dicho, seguramente empieces con parte de esos objetivos a medias o ya enfocados por otras áreas (ventas, comunicación interna, institucional…).

Eso sí, lo diremos muchas veces, sea cual sea el objetivo no olvides una cosa: habla de lo que sabes, lo demás es desastre.

Te recomiendo ampliar lo que te comento con algunos consejos dados por expertos en este interesante artículo de Michelle Lin:

How to Get Started in Content Marketing

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