El oficio de content curator, y sus herramientas empieza a ser algo demasiado en boca de todos y demasiado mal entendido por su confusión con el Social Media, el Content Editor, o el responsable del SEO. Te intentamos explicar de forma sencilla en qué consiste y de paso te recomendamos un par de buenos artículos al respecto.
Alejandro Asúnsolo. @content_mk
Imagina un pueblo donde existe una sola biblioteca con un solo bibliotecario. Todo es sencillo. Si está el libro por el que preguntas, el bibliotecario lo sabe, si no está, también. Imagina ahora que por cuestiones que no importan, tenemos en el pueblo dos bibliotecarios que no saben lo que hace el otro. Si está, uno lo sabe, otro puede que también, o no, o no lo sabe ninguno. La única forma en que nos aseguraríamos sería preguntando a los dos y certificar además que ninguno de ellos miente (¿Recordáis la película “Dentro del laberinto”? Pues eso).
Seguimos con la historia. Imagina ahora que abren otra biblioteca. Entonces tendrías la misma complejidad que con la primera pero con un añadido, nadie te asegura, más bien todo lo contrario, que el libro que buscas esté en cualquiera de las dos, en una, en ninguna, o en las dos. Cuando está en las dos, lo que buscas entonces es al bibliotecario que mejor lo encuentra, o que es más amable, o que te cae mejor, que somos así.
Bien. Ahora imagina que hay otro pueblo, y otro, y otro, y ciudades… Esto es Internet. Y por eso es necesario tener un buen bibliotecario del que fiarte, y por eso es necesario saber dónde puedes encontrar el incunable que lo mismo por expreso deseo de la familia está en el pueblecito de la montaña, o lo que prefieres es no complicarte e ir a la biblioteca de la capital que tienen “casi de todo”.
El content curator bueno es el bibliotecario que te conoce, que te trata bien, y que, si es necesario, solicita el ejemplar allá donde se encuentre. Y te da un resumen semanal, o diario si es de los buenos, de las novedades, y te lo da, además personalizado.
Lo primero que hay que decir es que ya desde hace años existen los content curators, sus herramientas, sus estrategias y, por lo tanto sus perfiles. Lo segundo es que no se trata de lo que tradicionalmente podemos llamar editor de contenidos o Responsable de Contenidos, según a quién preguntes pueden ser lo mismo, partes el uno de otro o no tener nada que ver.
Esa no aceptación y negación de que “eso” sea lo mismo que llevar los contenidos ha hecho entre otras cosas que se haya utilizado la horrible traducción directa de la palabra curation, por curador. En fin, no entremos en esa batalla, solo mencionaremos que el original inglés refería en un principio a conceptos más cercanos al arte como “conservador” o encargado de recopilar (podría ser el comisario) los elementos que conforman una exposición. De ahí al español, probablemente de México y de ahí a adaptarse a la función que hoy nos trae aquí.
El content curator bueno es el bibliotecario que te conoce, que te trata bien, y que, si es necesario, solicita el ejemplar allá donde se encuentre.
Las 3 S
Beth Kanter resume las acciones de un buen curador de contenidos (y que mal me sigue sonando) en las 3 S: Seek, sense, y share. Es una buena forma de simplificarlo, y además nos deja una tabla que os pongo aquí:
Y como todo en la vida, y especialmente lo que refiere al Marketing de Contenidos, requiere tiempo, dedicación y herramientas. La primera de las eses, por ejemplo es toda una ciencia, y aunque ya apuntábamos algo en un post reciente, buscar no es suscribirse a una lista de correo o a las alertas de Google. Buscar requiere encontrar las buenas fuentes, las que sabes que te van a dar el contenido, no solo de calidad, sino de última hora, de actualidad, eliminado de rumorología y de copia-pegas de otros sites.
“Que hoy en día el curador de contenidos pone todos los procesos al completo y en un entorno distinto al anterior pues ahora la abundancia de información es espectacular, todo es mucho más rápido y esa selección es crítica” Javier Leiva
La segunda de las eses es un oficio en si mismo, que, ahora sí, tiene que ver con el puesto y perfil del editor de contenidos, dado que requiere de la ciencia del editor, del maquetador, de imagen de marca. Aquí nos adentramos en el concepto de preparar lo que has encontrado para que lo vean como tú quieres que lo vean. Y, no nos engañemos, esa preparación lleva su línea editorial…
La tercera es la que podríamos englobar debajo de las estrategias de Social Media, y cruzaríamos este oficio con los perfiles que se encargarán de hacer llegar ese contenido complilado (curado) al resto de los usuarios que, si lo has hecho bien, serán fieles seguidores de tu estrategia como comisario de exposición de buenos contenidos para tus usuarios.
Un buen desarrollo del concepto lo tienes en el artículo: Curación de contenidos: concepto, profesional, fases, herramientas y toque personal, de Yolanda Corral, donde a raiz de una charla con profesionales, te cuenta en profundidad qué es, las fases y, lo que yo destacaría, los pecados que nunca debes cometer, como copiar sin citar, cosa que lamentablemente es ya demasiado común en el mundo de los falsos blogueros.
Las herramientas. Las usas o las haces tuyas.
Al final necesitas herramientas. Para que nos entendamos, existen herramientas que ya en si mismo ofrecen esa acumulación de contenidos por temas, por categorías que son en sí mismo una solución rápida si no quieres tener complicaciones. En este caso serían tu propio content curator.
Pero las herramientas son un medio, no un fin.
Te pongo un ejemplo sencillo para que nos entendamos. Pinterest puede ser considerado un “curador” de contenidos de imagen en tanto en cuanto te las clasifica, las pone un tag, las selecciona, e incluso elimina las que considera contenido abusivo y demás. Pero tú quieres tener tu propio Pinterest, y ser el referente del que busque, por ejemplo, las mejores fotos del Mustang del 70 que tanto te aprecias en conocer. Entonces una herramienta de clasificación se convierte en TU herramienta de clasificación y… y ya necesitas a alguien que la conozca y la controle para tus fines. Es decir, o vas a la biblioteca o colocas un bibliotecario de tu empresa para los que vengan a buscar sobre tu producto…
Aunque en el mencionado artículo ya te hablan de herramientas, no quiero dejar de recomendarte este otro artículo The Ultimate List of Content Curation Tools, por lo reciente que es y el numero que presenta.
En definitiva, un oficio necesario, delicado, que asume tareas que seguramente ya conoces o tienes integradas en tu empresa o equipo, pero que como todo, debes profesionalizar y saber distinguir.