Te explicamos qué es la “curación” de contenidos, aunque no nos guste la palabra

El oficio de content curator, y sus herramientas empieza a ser algo demasiado en boca de todos y demasiado mal entendido por su confusión con el Social Media, el Content Editor, o el responsable del SEO. Te intentamos explicar de forma sencilla en qué consiste y de paso te recomendamos un par de buenos artículos al respecto.
Alejandro Asúnsolo. @content_mk

Imagina un pueblo donde existe una sola biblioteca con un solo bibliotecario. Todo es sencillo. Si está el libro por el que preguntas, el bibliotecario lo sabe, si no está, también. Imagina ahora que por cuestiones que no importan, tenemos en el pueblo dos bibliotecarios que no saben lo que hace el otro. Si está, uno lo sabe, otro puede que también, o no, o no lo sabe ninguno. La única forma en que nos aseguraríamos sería preguntando a los dos y certificar además que ninguno de ellos miente (¿Recordáis la película “Dentro del laberinto”? Pues eso).

Biblioteca_academica (rae)

Seguimos con la historia. Imagina ahora que abren otra biblioteca. Entonces tendrías la misma complejidad que con la primera pero con un añadido, nadie te asegura, más bien todo lo contrario, que el libro que buscas esté en cualquiera de las dos, en una, en ninguna, o en las dos. Cuando está en las dos, lo que buscas entonces es al bibliotecario que mejor lo encuentra, o que es más amable, o que te cae mejor, que somos así.

Bien. Ahora imagina que hay otro pueblo, y otro, y otro, y ciudades… Esto es Internet. Y por eso es necesario tener un buen bibliotecario del que fiarte, y por eso es necesario saber dónde puedes encontrar el incunable que lo mismo por expreso deseo de la familia está en el pueblecito de la montaña, o lo que prefieres es no complicarte e ir a la biblioteca de la capital que tienen “casi de todo”.

El content curator bueno es el bibliotecario que te conoce, que te trata bien, y que, si es necesario, solicita el ejemplar allá donde se encuentre. Y te da un resumen semanal, o diario si es de los buenos, de las novedades, y te lo da, además personalizado.

Lo primero que hay que decir es que ya desde hace años existen los content curators, sus herramientas, sus estrategias y, por lo tanto sus perfiles. Lo segundo es que no se trata de lo que tradicionalmente podemos llamar editor de contenidos o Responsable de Contenidos, según a quién preguntes pueden ser lo mismo, partes el uno de otro o no tener nada que ver.

Esa no aceptación y negación de que “eso” sea lo mismo que llevar los contenidos ha hecho entre otras cosas que se haya utilizado la horrible traducción directa de la palabra curation, por curador. En fin, no entremos en esa batalla, solo mencionaremos que el original inglés refería en un principio a conceptos más cercanos al arte como “conservador” o encargado de recopilar (podría ser el comisario) los elementos que conforman una exposición. De ahí al español, probablemente de México y de ahí a adaptarse a la función que hoy nos trae aquí.

El content curator bueno es el bibliotecario que te conoce, que te trata bien, y que, si es necesario, solicita el ejemplar allá donde se encuentre.

Las 3 S

Beth Kanter resume las acciones de un buen curador de contenidos (y que mal me sigue sonando) en las 3 S: Seek, sense, y share. Es una buena forma de simplificarlo, y además nos deja una tabla que os pongo aquí:

treseses

 

Y como todo en la vida, y especialmente lo que refiere al Marketing de Contenidos, requiere tiempo, dedicación y herramientas. La primera de las eses, por ejemplo es toda una ciencia, y aunque ya apuntábamos algo en un post reciente, buscar no es suscribirse a una lista de correo o a las alertas de Google. Buscar requiere encontrar las buenas fuentes, las que sabes que te van a dar el contenido, no solo de calidad, sino de última hora, de actualidad, eliminado de rumorología y de copia-pegas de otros sites.

 “Que hoy en día el curador de contenidos pone todos los procesos al completo y en un entorno distinto al anterior pues ahora la abundancia de información es espectacular, todo es mucho más rápido y esa selección es crítica” Javier Leiva

La segunda de las eses es un oficio en si mismo, que, ahora sí, tiene que ver con el puesto y perfil del editor de contenidos, dado que requiere de la ciencia del editor, del maquetador, de imagen de marca. Aquí nos adentramos en el concepto de preparar lo que has encontrado para que lo vean como tú quieres que lo vean. Y, no nos engañemos, esa preparación lleva su línea editorial…

Una de las herramientas más conocidas para la "curación" de contenidos

Una de las herramientas más conocidas para la “curación” de contenidos

La tercera es la que podríamos englobar debajo de las estrategias de Social Media, y cruzaríamos este oficio con los perfiles que se encargarán de hacer llegar ese contenido complilado (curado) al resto de los usuarios que, si lo has hecho bien, serán fieles seguidores de tu estrategia como  comisario de exposición de buenos contenidos para tus usuarios.

Un buen desarrollo del concepto lo tienes en el artículo: Curación de contenidos: concepto, profesional, fases, herramientas y toque personal, de Yolanda Corral, donde a raiz de una charla con profesionales, te cuenta en profundidad qué es, las fases y, lo que yo destacaría, los pecados que nunca debes cometer, como copiar sin citar, cosa que lamentablemente es ya demasiado común en el mundo de los falsos blogueros.

Las herramientas. Las usas o las haces tuyas.

Al final necesitas herramientas. Para que nos entendamos, existen herramientas que ya en si mismo ofrecen esa acumulación de contenidos por temas, por categorías que son en sí mismo una solución rápida si no quieres tener complicaciones. En este caso serían tu propio content curator.

Pero las herramientas son un medio, no un fin.

Te pongo un ejemplo sencillo para que nos entendamos. Pinterest puede ser considerado un “curador” de contenidos de imagen en tanto en cuanto te las clasifica, las pone un tag, las selecciona, e incluso elimina las que considera contenido abusivo y demás. Pero tú quieres tener tu propio Pinterest, y ser el referente del que busque, por ejemplo, las mejores fotos del Mustang del 70 que tanto te aprecias en conocer. Entonces una herramienta de clasificación se convierte en TU herramienta de clasificación y… y ya necesitas a alguien que la conozca y la controle para tus fines. Es decir, o vas a la biblioteca o colocas un bibliotecario de tu empresa para los que vengan a buscar sobre tu producto…

Aunque en el mencionado artículo ya te hablan de herramientas, no quiero dejar de recomendarte este otro artículo The Ultimate List of Content Curation Tools, por lo reciente que es y el numero que presenta.

En definitiva, un oficio necesario, delicado, que asume tareas que seguramente ya conoces o tienes integradas en tu empresa o equipo, pero que como todo, debes profesionalizar y saber distinguir.

 

 

 

¿Amor intenso de una noche o relación duradera? Super Bowl y Marketing de Contenidos

¿Qué prefieres, un impacto brutal en un momento determinado o pequeños golpecitos de largo recorrido? Poner un anuncio en la Super Bowl es un tsunami de comunicación. Pero a veces es mejor una tormenta diaria que acabe calando en la mente del consumidor. Y aún mejor es… hacer ambas cosas. 
Alejandro Asúnsolo. @content_mk

superbowl

Es una cuestión en la que pensar. La Super Bowl siempre nos deja cientos de miles de posts, comentarios y mucho, mucho viral y much estudio posterior de Social Media. Es un evento que cualquier responsable de marketing debe conocer y, cuando menos, investigar.

El tema no es si se hizo bien, si una cosa es mejor que otra. Lo sé, detrás de todo esto acaba apareciendo la absurda y aún existente dicotomía de si se invierte en marketing online más o menos que en offline

No me gusta que se abuse de las traducciones de posts en otros idiomas (inglés en un 90% de los casos), pero en este caso voy a hacer una excepción citando lo que uno de los grandes del Content Marketing, Joe Pulizzi, ha hecho esta vez: calcular lo que se podría haber hecho con la inversión de un anuncio de la Super Bowl en términos de Marketing de Contenidos. Añadiré, por supuesto, elementos de mi cosecha. Pero antes de nada, el artículo lo podéis leer aquí: What Can a Super Bowl Ad Buy You in Content?

El tema no es si se hizo bien, si una cosa es mejor que otra. Lo sé, detrás de todo esto acaba apareciendo la absurda y aún existente dicotomía de si se invierte en marketing online más o menos que en offline. Suena del siglo XX, pero aún le queda, desgraciadamente, recorrido. No voy a caer en lo que critico. El tema es precisamente la reflexión de si nos interesa estar en un evento como este, con la enorme repercusión que tiene, pero también con el recorrido temporal en la mente de los “contsumidores”: un potente e impactante momento o un suave y constante recorrido. No, no hay respuesta, porque no hay una sola estrategia, ni una sola marca, ni un solo target. Analiza, piensa y decide: ¿amor de una noche, intenso, o relación duradera? Incomparables.

Dudo mucho de que todos estos anunciantes al menos en los dos últimos años hayan pensado en su campaña de la Super Bowl sin un cuadriculado estudio de cómo hacer después para que ese anuncio perdure en el tiempo, socialice, viralice y amplíe la audiencia

133.000 dólares el segundo

Es el cálculo de lo que cuesta un anuncio en la Super Bowl. El alcance: 115 millones de audiencia en ese momento, y lo que deje después en Social Media, pero:

- Podrías tener 53 números de tu propia revista, 32 páginas a color para ser enviada a 25.000 clientes. Incluyendo todos los gastos: diseño, producción, impresión y envío. Con esa media, al menos de 25 minutos por persona, son más de 20 horas de atracción por cliente.

- 17.750 posts publicados, con una media de 225 dólares el post. Si calculas que un post con alcance se comparte alrededor de 600 veces en un período de seis meses, significa que se ha compartido más de 10 millones de veces.

- 1.300 reportajes completos sobre un tema, calcula: tienes para uno al día los dos próximos años…

- Puedes contratar tu propio Chief Content Officer (sí, aquí los americanos van por delante y tienen el perfil de Marketing de Contenidos muy claro y definido, lejos estamos…) para que desarrolle tu estrategia de contenidos durante 27 años con un salario medio de 150.000 dólares al año (¿qué os había dicho?) o un director editorial a 90.000 dólares al año durante 44 años.

- 17 eventos de gran escala con 250 clientes cada evento, hablamos de 30 speakers, comida y entretenimiento, claro. Da para jamón del bueno.

- 50 libros de aproximadamente 225 páginas que desarrollan tu marca, todo incluido.

- 400 infografías.

No está nada mal, ¿eh?

Insisto, no creo que algo sea mejor o peor, es cuestión de impacto y estrategia, pero todos los indicadores en Social Media apuntan a la fidelización por el contenido que generamos (nosotros o nuestros clientes) que construye, soporta y establece una potente relación horizontal entre tu marca y tus seguidores.

¿Y si hacemos la dos?

Cada vez más, especialmente los dos últimos años, las grandes empresas son conscientes de la capacidad de alcance de su anuncio en la Super Bowl, pero lo son aún más del alcance al que pueden llegar con un mix, donde el amor de una noche se convierte además en una hermosa historia de amor. Para ello, se construyen cada vez más virales, seguro que todos hemos visto ya muchos de ellos (¿alguien no conoce ya el de Budweiser?) y no olvidemos el espectacular anuncio de Apple de 1984 que nos daba pista en la Super Bowl de hace nada menos que 30 años. Recomiendo aquí la lectura del reciente artículo de Forbes, Viral Ads Take Priority in Super Bowl 2014.

Aquí la estrategia es como la guerra. Todo vale: desde aprovechar el apagón por Oreo hasta inventarse campañas que no existen, pasando, por supuesto, por la lágrima fácil, el sentimentalismo o lo impactante. En todo caso dudo mucho de que todos estos anunciantes, al menos en los dos últimos años, hayan pensado en su campaña de la Super Bowl sin un cuadriculado estudio de cómo hacer después para que ese anuncio perdure en el tiempo, socialice, viralice y amplíe la audiencia durante semanas o, solo Jobs supo hacerlo, durante más de 30 años.

Hashtags… ¿Alguien sabe cómo se usan y para qué sirven?

Existen en Twitter desde 2007 y ya se han extendido a casi todas las redes sociales (Facebook, Instagram, Pinterest…). La almohadilla nació con la intención de agrupar los contenidos por #temas. Hoy sufre abusos, malos tratos y fraudes, pero sigue siendo vital para cualquiera que quiera moverse en el mundo de las comunidades (y más).
Alejandro Asúnsolo. @content_mk

La verdad es que parece que siempre han estado allí, y que siempre se han usado. Pero, como todo, están en proceso de evolución, sobre todo desde que los hashtags se han convertido por derecho propio en el modo más sencillo de declarar un contenido como tema, de agrupar búsquedas, o, sencillamente, de servir de promoción.

propuesta de hashtag


Tuit de @chrismessina que propone el uso de la almohadilla (#) en 2007

Tanto es así que la línea entre lo que conocemos como “tag” o “etiqueta” en el mundo de la clasificación y del marcado de contenidos poco se distingue en muchos casos de la famosa almohadilla de la que estamos hablando, de hecho, se ha convertido en lo mismo.

Kenneth Cole utilizó #cairo en un momento desafortunado para hablar de su colección y tuvo que pedir perdón rápidamente, además de retirarlo.

Pero el uso del hashtag es algo que, de tan normalizado, acaba por ser un elemento “que tenemos que poner”, pero cuyo uso no demasiadas veces es el correcto o el que realmente necesitamos para mejorar nuestra estrategia de contenidos.

¿Qué hacer con los hashtags?

Twitter es escueto en su página de soporte sobre el uso del hashtag:

  • Las personas usan el símbolo de etiqueta (#) antes de una palabra clave o frase relevantes (sin espacios) en sus tuits para categorizarlos y que figuren con mayor facilidad en la búsqueda de Twitter.
  • Al hacer clic en una palabra etiquetada de cualquier mensaje, se muestran todos tus otros tuits marcados con dicha palabra clave.
  • Las etiquetas pueden aparecer en cualquier parte de un tuit: al principio, en el medio o al final.
  • Las palabras etiquetadas que se vuelven muy populares son con frecuencia temas del momento.
  • Si tuiteas con una etiqueta desde una cuenta pública, cualquiera que busque dicha etiqueta puede encontrar tu tuit.
  • No envíes #spam #con #etiquetas. No uses demasiadas etiquetas en un solo tuit.
  • Usa etiquetas solamente en tuits relevantes para el tema.
 Fuente: handsonblog.org


Fuente: handsonblog.org

Internet está plagado de artículos sobre consejos de buen uso de los hashtags. Recopilo aquí una buena lista de ellos:

  1. Úsalos para categorizar y clasificar tus contenidos.
  2. Utilízalos para crear frases gancho asociadas a tu marca o a la campaña en la que estás trabajando: así puedes decir #aniversario y #celebraconnosotros.
  3. Utilízalos para extender el alcance del contenido que propones: no solo se trata del tópico principal, sino que puedes asociarlo a hashtags populares o temáticos que tienen que ver con lo que cuentas. Si quieres promocionar un coche, puedes utilizar los hashtags #aventura o #viaje …
  4. Crea tú los hashtags para iniciar una campaña y conseguir su difusión: hoy lo ves en todos los programas populares de televisión. Muchas campañas hacen del hashtag el punto de partida de su línea de campaña. Ben & Jerry´s habló de la “semana del tiburón”, y creó hashtags en torno a la palabra “tiburón”.
  5. Elige bien tus hashtags: no son para tu uso y disfrute, recuerda que son para que otros usuarios o lectores te encuentren y te conozcan; expresiones complicadas que solo tú o tu marca comprendéis es un absurdo.
  6. Haz un test de tus hashtags: es sencillo, utilízalos como usuario que busca información, y descubre su alcance y quiénes están hablando de ello. Muchas veces puedes llevarte sorpresas como que son demasiado genéricos o que no son realmente entendidos como tú pensabas. En Facebook puedes testarlos haciendo un post que solo veas tú.
  7. Que sean cortos, sencillos de leer: olvida esos hashtags que coinciden con tu claim, del tipo #estamosaquíparaayudarteentodo, o con letras complicadas de enlazar. NO uses abreviaturas, o siglas complicadas, han de ser legibles. Recuerda, en el caso de Twitter, que además estás quitando espacio a tus 140 caracteres.
  8. Utilízalos para crear conversaciones en torno a un tema, no solo como clasificación.
  9. Haz un seguimiento directo y constante: puede que en la propia conversación el hashtag que tú has pensado ha venido a menos porque alguien ha decidido añadir algo distinto, o abrir una conversación paralela y tiene mucho más alcance que el original. No luches, participa del nuevo.
  10. Haz que participen de tu hashtag: en Facebook, aunque es reciente, es muy diferente hablar de obtener un like a que el lector participe de la conversación usando a su vez ese hashtag.
  11. No uses muchos: si bien Twitter recomienda el uso de dos por cada tuit que escribas, un estudio sobre más de 1,7 millones de tuits habla de 5, aunque eso es algo que aquí puede parecer excesivo. “Hashtags are often underrated and 5 hashtags is a good number according to this report. Five hashtags gets an average of 0.301 retweets vs 0.116 retweets with no hashtag. That is nearly a 300% improvement.” (Jeff Bullas).
  12. Ten cuidado, no utilices un hashtag que te puede venir bien para aprovecharte de algo que está sucediendo, como le sucedió al diseñador Kenneth Cole, que utilizó #cairo para hablar de su colección y tuvo que pedir perdón rápidamente, además de que tuvo que retirarlo.

Aquí te dejo algunos enlaces de utilidad:

Contenidos para los jóvenes o cómo hacerlo muy mal

Si tu marca se dirige a un público joven, seguramente lo estés haciendo todo, y más, para llegar a una audiencia complicada pero muy eficaz en términos de Social Media. Si tu marca se dirige a un público mucho más heterogéneo, puede cometer los errores que pueden suponer un auténtico desastre, la inexistencia de un futuro para tu compañía o el mayor de los ridículos.
Alejandro Asúnsolo. @contentmk_es

Es como cuando el tío mayor intenta hacerse cercano a sus sobrinos y les suelta una de esas antológicas frases desfasadas hasta el punto del ridículo. Los sobrinos, que quieren a su tío, le miran con extrañeza y le sonríen el intento. Los clientes no. Los clientes no son esos sobrinos, nos expulsarán inexorablemente al olvido, si no a la destrucción. Estás fuera.

No es tan fácil, ni la fidelidad de los jóvenes es la misma que la que aplican en sus estrategias de grandes cuentas, ni basta con hacerse con algo mediante la compra (herramientas, portales, apps) que aparentemente va a hacer que un target tan complicado y en un medio tan diferente al tuyo te adore.

Un reciente estudio de McAfee sobre el desconocimiento de los padres con respecto al uso de Internet de los jóvenes, desvelaba que “los padres de adolescentes son quienes menos saben cuántas horas pasan conectados sus hijos: 6 de cada 10 padres piensan que sus hijos se conectan de 1 a 4 horas al día, mientras que 6 de cada 10 hijos declaran conectarse 5 o más horas al día. “

1) No te hagas el joven. Lo fuiste, pero fue hace mucho tiempo

Nada más lejos de lo que realmente pretendes. Si no lo eres, no lo eres, no lo intentes. Es por ello que si lo que pretendes es acometer una campaña de contenidos para un público joven, quizá lo primero que tengas que hacer es asumir que no lo eres y dejarlo en manos de quienes lo son. La brecha de conocimiento puede ser insalvable y dolorosa. Si consideras que lo que sabes y has aprendido en todos estos años no lo pueden aprender en tres meses de brief de campaña, no pienses ni te equivoques: tú tampoco lo vas a desaprender. Ya fuiste joven, pero tus años mozos están más que lejos de lo que son las nuevas generaciones.

Entonces, ¿hablamos como ellos? No, eso puede ser peor, intentando identificarte de una forma falsa. Insisto, no te va a salir. Dales el micrófono a personas de su edad, y piensa que posiblemente tienes mucho más que ganar que perder.

Un ejemplo de dejarlo en sus manos, y no es que me emocione particularmente, dado que es algo nada novedoso y más, creo, pompa que estrategia, es lo que hizo Levi’s con su antológico 501. Una prenda de 140 años que se alejaba cada vez más de un público joven, que quizá se vea poco representado por los pantalones que (también) llevan sus padres.

Solo 6 de cada 100 veces los jóvenes dedican algo de su tiempo en redes sociales para comentar anuncios o campañas.

Aplicaron el Social Media y los básicos: herramientas sencillas, campaña directa, dejar en manos de los clientes la comunicación, abrir las puertas y dejar la conversación en sus manos.

Si no eres joven, aún menos eres “superior” a los jóvenes; de hecho, tienes la batalla perdida de antemano, dado que todo lo que crees que puedes aportar en tus contenidos puede ser tomado precisamente como “todo lo que no voy a hacer ni entender”.

2) No irrumpas en sus espacios. No sabes comportarte

Como contraejemplo, y de este país, tenemos la intentona de Telefónica de entrar en el mundo joven comprando una red social para hacer/parecer joven. No es tan fácil, ni la fidelidad de los jóvenes es la misma que la que aplican en sus estrategias de grandes cuentas, ni basta con hacerse con algo mediante la compra (herramientas, portales, apps) que aparentemente va a hacer que un target tan complicado y en un medio tan diferente al tuyo te adore.

Porque tu negocio, tus valores, tu know-how, es el que es. Piensa en los años, las idas y venidas, los proyectos fallidos, todo lo que has pasado hasta llegar al punto en el que se encuentra tu empresa o negocio. No es fácil, la varita mágica te toca en muy contadas ocasiones. Pensar que acercarte o conseguir el favor de un target joven es cuestión de entrar sin demasiado conocimiento o estrategia en “sus” modelos de negocio o comportamiento es un error.

Un estudio sobre uso de Redes Sociales desvelaba que solo un 7% de los jóvenes encuestados no usaba ninguna red social, pero en solo un año (de 2012 a 2013) Tuenti ha pasado de ser la favorita a ser la segunda después de la intocable (aún) Facebook.

En un gran artículo de Adrián Segovia, se recuerda cómo la fidelidad y el paso de un modelo de negocio a otro no han resultado para Tuenti.

Adrián Segovia, "Las Redes Sociales se agotan en el PC"


Adrián Segovia, “Las Redes Sociales se agotan en el PC”

“Especulan las malas lenguas que su decadencia empieza con la compra de Telefónica. Esto es rotundamente falso. Sus problemas de adicción de usuarios venían de lejos. Antes incluso de ser vendida. Comentan que pidieron más de 200 millones por algo que no tenían claro que se podía mantener: el fervor de los adolescentes españoles. Ahora sabemos que este público se salta el paso que vivieron sus hemanos y se va directamente a Facebook”.

3) En “sus” espacios…, dedícate a hablar y no escuches. Te quedarás solo

El mundo ha cambiado, y lo sabes por los cambios que tu negocio ha tenido que incorporar. Sin solución de continuidad, has descubierto que pasamos de un mundo de comunicación vertical, de outbound marketing, a un mundo horizontal, de inbound marketing; de un mundo de fabricación y características técnicas a un mundo de conocimiento. Ni los canales, ni los medios, ni las formas son HOY las mismas. Imagina ahora lo lejos que estás de las de mañana. Para los jóvenes, seguramente, tu mañana es hoy, quizá ayer.

 Al consumidor joven no lo vale con la potencia de tu marca, ni mucho menos con que lleves desde 1878 fabricando, es más, lo mismo el que lleves más de cincuenta años en el mercado juega en contra.

Solo 6 de cada 100 veces los jóvenes dedican algo de su tiempo en redes sociales a comentar anuncios o campañas.

Los consumidores jóvenes quieren consejo de los suyos, demandan mucha más información, porque están en sí mismos mucho más informados, y no se dejan abrumar por mensajes obsoletos o de grandeza. Al consumidor joven no le vale con la potencia de tu marca, ni mucho menos con que lleves desde 1878 fabricando, es más, lo mismo el que lleves más de cincuenta años en el mercado juega en contra.

Quieren personalización frente a la masificación del siglo pasado, son, siempre lo fueron, inquietos y demandan el ya y el ahora, sus hábitos de comportamiento son digitales, son tus innovadores sin que seas consciente de ello.

En el estudio anteriormente mencionado se insiste en algo que no cambia en los últimos años: las principales actividades que se desarrollan en las redes sociales siguen siendo las mismas: enviar mensajes, chatear y revisar la actividad que hacen los contactos. Entonces, ¿por qué no piensas que es ESO lo que hacen en las redes, y dejas de creer que van a compartir enlaces de marca, campañas de comunicación o complicados estudios de uso del producto?

 Fuente: iabspain


Fuente: iabspain

Sigue, además, con todos tus esfuerzos e inversiones digitales en la usabilidad, navegabilidad y visibilidad de un PC. Puede que no te lean nunca, el 62% navegan con sus dispositivos móviles, y, probablemente, los momentos o espacios donde naveguen con un PC serán precisamente los momentos en los que no quieres aparecer ni que te relacionen: cuando están en el instituto, haciendo trabajos o en casa bajo la vigilancia parental. No van a dedicar mucho tiempo a ver tus costosos vídeos.

4) Empieza vendiendo, luego les gustarás. No te engañes: nunca les gustarás así

Uno de los grandes errores, y muy comunes, es empezar por el final, como en tantos casos de malentendidas estrategias de marketing. Los jóvenes siguen las marcas que les gustan, y, después de eso, siempre después de sentirse atraídos por ella, deciden seguir la marca para ver qué productos les ofrecen, ofertas y, sobre todo, qué les cuentan.

Hay que gustar y enamorar, y hay que ser consciente de que puede ser algo fugaz, de lo que debes aprovecharte, o algo en lo que has de trabajar a medio plazo, con paciencia.

Un estudio reciente de Millward Brown nos recuerda uno de los elementos en los que han de incidir las marcas para mantener la atención del consumidor; puede ser una pista:

Uno de los aspectos fundamentales para el éxito de las marcas es la perseverancia en una estrategia de contrastada relevancia para el consumidor. Sabemos que son tiempos retadores para esa perseverancia y que en estos momentos en cada una de las decisiones empresariales tenemos el riesgo de que prime el corto plazo. Muchas han sido las marcas y compañías que se han visto obligadas a reducir sus capitales humanos o inversiones en innovación, aun sabiendo que eso reduce su competitividad en el medio plazo y reduce la creación de valor.

 Fuente: Estudio BrandZ de Millward Brown – España 2012  Base de análisis: 155 marcas en 10 categorías de consumo


Fuente: Estudio BrandZ de Millward Brown – España 2012
Base de análisis: 155 marcas en 10 categorías de consumo

Otras han decidido dar un giro en sus estrategias de venta abandonando las propuestas de valor añadido y diferenciación que venían trabajando, para pasar a ofrecer sus productos a través de agresivas estrategias de precio. Esos giros en la estrategia y las inconsistencias percibidas por el consumidor son peligrosos para el mantenimiento de su confianza, que, como comentábamos, ya está en un frágil equilibrio en estos momentos.

El gruñido, el Storytelling, Star Wars y el Marketing de Contenidos

El storytelling es algo que existe desde que el hombre es hombre, como igualmente el marketing, como aún más el contenido. ¿Qué relación tienen? ¿Dónde situamos el Storytelling en una estrategia de Marketing de Contenidos?
Alejandro Asúnsolo. @contentmk_es

  • En el principio era el contenido

El contenido como unidad de comunicación. Ese elemento que contiene un mensaje y se transmite entre una entidad y otra. Más o menos complejo, desde la emisión de un sonido gutural hasta un complejo sistema de signos. Y el elemento humano por excelencia: el pensamiento, que hace que ese mensaje quede dotado de intelecto, intención, y, en los mejores de los casos, de erudición.

Esas estructuras que funcionan, funcionan porque se corresponden con el contexto y la sociedad que las crea, porque son memorizables, porque son, las más de las veces… sencillas.

No filosofemos demasiado. Pero considera que el contenido como unidad es la pieza con la que vas a construir el puzle de tu estrategia de Marketing cuando esta refiera precisamente a eso: a comunicar. ¿Cuáles son tus unidades de contenido? Puede ser una siempre frase que bajo un logo dispone un claim, es decir, toda una declaración de intención de la marca en una frase. Es genial.

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MCclaim

Pero también puede ser la composición compleja de unidades de contenido simples, como por ejemplo un portal de ayuda de tu compañía que se construye con las piezas que has ido aglutinando con la participación de tu Centro de Atención al Cliente, o con el know-how acumulado en las propias consultas.

Puede ser también una página web, que, enlazada con otras, construye una sección, que a su vez construye un apartado, que a su vez construye un portal complejo de información con distintos niveles de actualización. Entonces tenemos una red de unidades que viven de forma independiente, o no, al lector o usuario que se acerca a ellas.

Empieza a hacer inventario. Lista tus contenidos, clasifica, y empieza a pensar en lo que tienes entre manos.

  • Y después vinieron las historias y el Storytelling o contarlas con acierto

Unir esas unidades de contenido con acierto, conservar al usuario, lector, visitante, con la atención intacta y el interés creciente. Esto es hacer de tus frías unidades de contenido independientes una historia. Porque la clave, como hemos dicho en numerosas ocasiones, está en mantener la atención en un mundo superinformado, bombardeado de mensajes constantemente. Es algo inherente al ser humano el que nos interesen las historias y que podamos llegar a engancharnos a ellas. El Storytelling no es más que eso y todo eso. Desarrollado especialmente en la década pasada, hay cientos de artículos y libros, fundamenta la necesidad de comprender el cómo hacer buenas historias en el hecho de que seguramente sea la única forma en que podamos mantener a la audiencia con la boca abierta.

Brands play in an intensely competitive attention economy. The problem isn’t just that attention is a woefully scarce resource relative to demand, it’s that it’s also shattered and scattered around. We can’t blame our smart phones or other modern technologies for our short attention spans. The human mind is a wanderer by nature. The daydream is the mind’s default state. Whenever the mind doesn’t have something really important to do, it gets bored and wanders off into la-la land. Studies show that we spend about half of our waking hours–1/3 of our lives on earth–spinning fantasies. We have about two-thousand of these a day (!), with an average duration of fourteen seconds. In other words, our minds are simply flitting all over the place all the time.

JONATHAN GOTTSCHALL.

Una mente “normal” es capaz de retener la atención de forma seguida no más de veinte minutos, solo podemos conseguirlo con técnicas de irrupción continua, de llamadas bruscas de atención. Piensa en las novelas que lees, las películas que te mantienen en el asiento dos horas o las series que devoras. Todas se estructuran en elementos muchas veces repetidos y estudiados que hacen que “caigas” en las garras de su atención. Esto en manos de las marcas es un arma brutal. La marca que consigue una buena historia consigue fidelidad de forma exponencial. Ya sea en el corto plazo de la atención de la audiencia, ya sea en el largo plazo vinculado a la fidelidad de sus clientes que, si la historia es muy buena, serán fans de la marca, porque la marca es, ya, la historia que cuenta, y viceversa.

redes

Hablaremos mucho de Storytelling, dejadme, no obstante, que os resuma el artículo de James Carson Using Storytelling Narratives to Improve Your Marketing Mix, especialmente el apartado en que nos describe (es a su vez una referencia al libro de Joseph Campbell The Hero with a Thousand Faces) con mucho acierto el viaje del héroe como el esquema fundamental y de éxito de un Storytelling perfectamente aplicable a nuestra empresa, marca o campaña. Piensa mientras lo lees en Star Wars, Avatar, Ulises…, cualquiera de las historias que tanto te emocionaron.

  1. El protagonista es invitado a protagonizar una aventura.
  2. La aventura presenta varios retos que llevarán al protagonista a sacarle de su entorno natural.
  3. El protagonista conocerá a un mentor o pasará por un entrenamiento para conseguir su preparación.
  4. Hay una serie de retos y tentaciones que el protagonista tiene que superar.
  5. El protagonista supera esos retos, que culminan en una gran catarsis final.
  6. Finalmente el protagonista completa el reto, y por lo tanto es recompensado por su esfuerzo (puede ser con el amor, con el trono, con la gloria…).

Es un esquema, pero vaya si funciona. Hay más, muchos, no demasiados en realidad, que, como los acordes repetitivos de una canción, articulan las historias que conocemos. Ya sea el Medievo, el teatro del Siglo de Oro, o los best-sellers del siglo pasado. Esas estructuras que funcionan, funcionan porque se corresponden con el contexto y la sociedad que las crea, porque son memorizables, porque son, las más de las veces… sencillas.

  • Y ahora, el Marketing de Contenidos

Ya tienes unidades, tienes historias que contar, ahora se trata de hacer que esas historias y unidades construyan, en sí mismas y con un poco de conocimiento y mucha experiencia, una estrategia de marketing.

El Marketing de Contenidos te permitirá no solo que esas historias construyan tu marca, sino que la doten de fuerza, que tus clientes se enganchen a ella, y que quieran pertenecer a ella. Es por ello, claro, que junto con el Marketing de Contenidos y de su mano, se tengan que considerar elementos fundamentales como el Social Media (mueve tus historias, haz que se transmitan, haz que otros las perciban como suyas…), y, podría ser lo siguiente, el Big Data o el inventario que te pedía que hicieras al principio.

Todo vuelve.